La isla fue escenario de dos importantes campañas militares que no pudieron
frenar a los vándalos. Una había sido financiada y organizada por el emperador
oriental León I. En 456 el poderoso general Ricimero obtuvo una victoria naval
en Córcega sobre la flota que Genserico dispuso para bloquear la costa italiana.
Hacía décadas que la pérdida del norte de Africa había dejado a la debilitada
Roma sin los indispensables suministros de trigo y aceite de oliva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario